El mono no come bananas
Pilar Spangenberg - Eugenia Viña
Si no se espera lo inesperado, no se hallará
Heráclito
Merceditas tiene cinco años y vive en la selva misionera. Un día conoce a un mono de extrañas costumbres que la lleva a preguntarse si el mundo es tal como se suponía. Zanahorias y bananas guiarán una investigación en que Merceditas se irá descubriendo como una verdadera maestra de la sospecha.
Platón y Aristóteles encontraron el origen de la filosofía en el asombro. La apertura a la pregunta y a lo inesperado, condición de toda filosofía, caracteriza también la actitud de los niños frente al mundo. Esta inmensa capacidad de asombro que hace de los niños los primeros filósofos, muchas veces es desactivada por la incapacidad de los padres de hacerle frente y por cierta concepción de la educación como un corpus rígido de respuestas que, a fin de cuentas, desembocan en la clausura definitiva de la pregunta.
El mono no come bananas es el primer libro de una colección de La Pequeña Bestia que intenta dar espacio a los primeros interrogantes.