Literatura Extranjera
ISBN: 978-987-2492-61-8
Páginas: 156

La muerte de los filósofos en manos de los escritores
De Quincey, John Aubrey, Lytton Strachey


¿Cómo fueron los últimos días de los filósofos? ¿Qué forma toma la vida y la muerte para el gran pensador? Thomas de Quincey sobre Kant, Lytton Strachey sobre Hume y Aubrey, y John Aubrey sobre Hobbes. Luis Chitarroni selecciona cuatro textos únicos en los cuales grandes escritores han narrado la muerte de los filósofos.

Thomas De Quincey nació en Manchester el 15 de agosto de 1785. En 1822 publicó su primer y más célebre libro: Confesiones de un opiómano inglés. Le siguieron, entre otros, El asesinato considerado como una de las bellas artes (1827), Suspiria de Profundis (1845), El correo inglés (1849), Apuntes autobiográficos (1853). Murió en Edimburgo en diciembre de 1859. “Ha llegado a París —escribió Baudelaire— la noticia de la muerte de Thomas De Quincey, uno de los espíritus más originales, más verdaderamente humorísticos de la vieja Inglaterra, uno de los caracteres más afables, más caritativos que hayan honrado la historia de la literatura.”

John Aubrey, anticuario inglés, nació en Wiltshire en 1626.
Como escritor se lo conoce por ser el autor de una serie de piezas biográficas: Vidas breves. Además escribió: Architectonica Sacra, Erin Is God y Miscellanies, único libro que pudo publicar en vida. Murió de una apoplejía mientras viajaba en junio de 1697 y fue enterrado en la iglesia St Mary Magdalene.

Lytton Strachey nació en 1880 en Londres y se educó en Trinity College, Cambridge. Se convirtió en la figura líder del círculo de Bloomsbury, que incluía a J. M. Keynes, Desmond MacCarthy, Leonard y Virginia Woolf. Su primer libro, Landmarks in French Literature, fue publicado en 1912, pero Strachey recién obtuvo el reconocimiento con Eminent Victorians, que apareció en 1918. Entre sus obras se cuentan Books and Characters, Queen Victoria, Elizabeth and Essex, Portraits in Miniature y Characters and Commentaries, este último publicado luego de su muerte en 1932.