Literatura Argentina
ISBN: 978-950-9749-01-6
Páginas: 160

El rufián moldavo
Edgardo Cozarinsky

Las historias no se inventan, son. A partir de esta convención tácita y esta convicción cardíaca, la primera novela de Edgardo Cozarinsky encuentra e inaugura los puntos cardinales de una intriga apasionante, apasionada. Las confluencias definen un sistema único al que asisten con puntual decisión un suburbio parisiense, una casa mala de Tres Arroyos o de Ingeniero White, noches escotadísimas donde una pareja dibuja las figuras inconfundibles del arquetipo en la taconeante y angosta travesía inicial del tango.

Como si convergieran las ficciones de escritores tan caros a la tradición novelesca centroeuropea como Joseph Roth y Leo Perutz y los barrios de los primeros poemas de Borges, El rufián moldavo celebra una ceremonia que los lectores argentinos reconocemos y agradecemos, que acrecienta en sedentarios y nómadas una especie de áspera nostalgia reconocible en la violenta intemperie del exilio o del exilio interior. Como bagaje de un oficio cuyo ejercicio de observación resulta incesante –cineasta, cronista, narrador–, esta novela nos premia con imágenes y escenas que incorporamos sin ambages a la memoria personal.

¿Llega el olor del mar a Tres Arroyos? Ninguna de las preguntas que El rufián moldavo plantea es meramente retórica ni decorativa; cada respuesta, diseminada y diversa, proporciona una razón esencial. La serena, sobria prosa narrativa de este libro inconmensurable nos arroja como propios y pertenecientes a la memoria de cada uno la certidumbre de Alberto Tabbia que es el epígrafe, el exergo proverbial de la novela: “Para hablar con los vivos necesito palabras que los muertos me enseñaron”.

Escritor, cineasta y dramaturgo, Edgardo Cozarinsky nació el 13 de enero de 1939 en Buenos Aires. Su obra, rica y personalísima, da muestras de una curiosidad inagotable. Ha publicado libros de cuentos (Vudú urbano, La novia de Odessa, Tres fronteras, Burundanga!), novelas (El rufián moldavo, Lejos de dónde, La tercera mañana, Dinero para fantasmas y En ausencia de guerra) y de crónicas y ensayos (Borges y el cinematógrafo, El pase del testigo, Palacios plebeyos, Milongas, Blues y Disparos en la oscuridad). Sus películas han merecido premios y homenajes; entre ellas, se destacan La guerra de un hombre solo, Fantasmas de Tánger, Ronda nocturna y Nocturnos. Dirigió las obras de teatro Squash y Raptos y protagonizó el biodrama Cozarinsky y su médico dirigido por Vivi Tellas. En 1973, compartió con José Bianco el premio de ensayo de La Nación con “Sobre algo indefendible”, cuya versión ampliada integra Nuevo museo del chisme (La Bestia Equilátera, 2013) con el título “El relato indefendible”. Fue el primero de los prestigiosos premios que mereció su obra literaria. De 1974 a 1989 vivió en París. En la actualidad, reside en Buenos Aires.